Sincronizarse...

...dicen que las cosas no ocurren si no nos encontramos en el momento correcto rodeados de las personas indicadas...todo es cuestión de estar sincronizados...Hubo un tiempo en el que creí que mi reloj iba con desfase horario...depende del día, pero aún lo sigo pensando...puedo estar por delante o detrás del segundero que me llevaría a ese lugar...Otras veces están tan bien sincronizados que nos encontramos...ya sea con quien deseamos como a nuestros mayores fantasmas...¿Cómo saber si nos hallamos en ese lugar correcto? ¿Cómo llegar a él? Me doy cuerda...y muchas veces voy tan deprisa que sobrepaso la carrera al contratiempo...otras tan lenta que me pasan por delante y no llego a reaccionar...

¿Alguna vez me sincronizaré?

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Alguna vez dije: Escribo para que me leas...



Escribo para que me leas porque mis letras no tienen sentido si saben que no tienen receptor.
Las curvas que dibujan mis manos (a veces más parecidas a un electrocardiograma); las teclas que solo tres dedos de mis manos rozan para ver escritas mis palabras en una pantalla; el grafito del lápiz que quedará inmortalizado antes de convertirse en diamante, en hojas ya difusas por el paso del tiempo. Cada pensamiento, sensación y sin sentido, todo cobra sentido si sé que habrá alguien al otro lado que disfrutará de ellos, o que los criticará y demás.
Cuando siento ganas desmesuradas de escribir, muy a mi pesar de que sean las seis de la mañana y aún no pueda concebir el sueño, imagino cada frase, mil ideas se asoman, me marean pero a la vez me encantan por la belleza que puedo recrear en mi mente. Trato de dormirme, tratar de aclararme. Lo logro. Al otro día intento recrearlo, tratar de explayarme, mayormente frente al PC, que me hace más fácil corregirme y no tratar de descifrar lo que parece ser un desorden caótico, pero siempre con un orden oculto, que solo yo y quienes logran leer entre mis líneas, lo descubren.
Escribo para que me leas; vivo para que me descubras.
Sin receptor me pierdo.
Sólo con saber que el brillo de otros ojos imaginará lo que sienta cuando me lea, siento que descubre mi alma, me desnuda y me inmortaliza.

(En respuesta a mi propio comentario que dejé anoche en una nebulosa de confusiones)